Artículo adaptado en base a la Tesis de Maestría en Gestión de Gas y Petróleo de Pablo Nahuel Boismoreau.
Este artículo está dirigido a quienes se inician en el sector energético y buscan comprender qué es el Gas Natural Licuado (GNL), cómo funciona su compleja cadena de suministro global y el papel crucial que Argentina busca desempeñar en esta industria.
1. ¿Qué es el GNL?
El Gas Natural Licuado (GNL), o LNG por sus siglas en inglés (Liquefied Natural Gas), es sencillamente gas natural que ha sido transformado en estado líquido para facilitar su transporte.
El gas natural es una materia prima fundamental, pero transportarlo a grandes distancias, especialmente a través del océano donde no hay gasoductos, presenta un desafío. La solución es la licuefacción:
Este proceso implica enfriar el gas natural a temperaturas extremadamente bajas, aproximadamente menos de 160°C. Al enfriarse, el gas se condensa drásticamente, lo que resulta en una reducción molecular de gas a líquido de aproximadamente 600 veces. Esta reducción de volumen permite que se puedan transportar mayores volúmenes de gas de manera más eficiente mediante buques especializados.
Una vez que el GNL llega a su destino, en la planta de regasificación, es restaurado a su estado gaseoso para ser distribuido y consumido.
2. La Compleja Cadena de Suministro del GNL
El proceso completo, desde que el gas sale de la tierra hasta que llega al consumidor, se conoce como la “cadena de valor del GNL”. Se compone de cinco etapas clave e interdependientes:
Producción y Transporte Inicial: Extracción del gas de los yacimientos (como los de la formación Vaca Muerta en Argentina) y su transporte a través de gasoductos hasta la planta de licuefacción.
Licuefacción: El gas se convierte en GNL en una instalación especializada. Estas instalaciones pueden estar ubicadas en tierra (onshore) o en el mar, en un buque construido a tal efecto, conocido como GNL flotante (FLNG).
Transporte Marítimo (Shipping): El GNL es cargado en buques metaneros (buques de GNL) y transportado a puertos de destino en todo el mundo.
Regasificación y Almacenamiento: El GNL se descarga y se convierte nuevamente en gas en plantas de regasificación, que también pueden ser instalaciones terrestres o unidades flotantes de almacenamiento y regasificación (FSRU).
Distribución Final: El gas regasificado es enviado a través de gasoductos a los consumidores finales (generadores eléctricos, industrias y hogares).
Históricamente, los proyectos de GNL se caracterizaban por estar estructurados comercialmente bajo un modelo integrado, el cual se caracteriza por tener un mismo dueño, todos los eslabones que componen la cadena de suministro y rígido. Sin embargo, la industria se ha transformado profundamente en los últimos años, buscando mayor eficiencia y flexibilidad.
Hoy en día, las estructuras comerciales de los proyectos de exportación de GNL han evolucionado, incluyendo modelos Comerciales (donde el productor de gas natural y el licuefactor son entidades distintas) y de Peaje (donde el licuefactor cobra una tarifa únicamente por el servicio de conversión de gas natural a GNL, como ocurre en algunas terminales de Estados Unidos).
3. El Trilema Energético Global
La industria global del GNL se desenvuelve en una coyuntura marcada por el “trilema” energético. Este concepto, resume la tensión constante que enfrenta a tres objetivos fundamentales:
Descarbonización: Es el objetivo que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), especialmente el metano, para cumplir con los objetivos climáticos.
Asequibilidad: Este objetivo busca garantizar que el precio del gas sea competitivo y accesible para los mercados, evitando que se vuelva “inasequible”.
Seguridad de Suministro: Por último, con este objetivo, se promueve asegurar un flujo constante y confiable de energía, una prioridad que ha sido realzada por disrupciones geopolíticas, como el conflicto Rusia-Ucrania.
Cuando un elemento del trilema se privilegia, los otros dos pueden verse afectados. Por ejemplo, en situaciones extremas, la Unión Europea ha priorizado la seguridad de suministro por sobre la asequibilidad y la descarbonización, lo que demuestra un pragmatismo esclarecedor ante coyunturas límites, como la Pandemia o las interrupciones realizadas por Rusia, del suministro de gas natural por gasoducto dirigido a Europa.
3. La Apuesta de Argentina en el GNL
Argentina busca posicionarse como un actor competitivo en el mercado global de GNL. Este objetivo se basa en la explotación de sus vastas reservas de gas natural no convencional en la formación de Vaca Muerta.
Esta estrategia ha sido receptada en recientes reformas regulatorias, como la Ley N° 27.742, el Decreto N° 1057/24 y las Resoluciones SEN N° 145/2025 y N° 157/2025. Este nuevo marco legal eliminó el principio de autoabastecimiento como prioridad, sustituyéndolo por un enfoque rentístico que promueve las exportaciones de hidrocarburos.
La petrolera nacional YPF ha incluido el proyecto de exportación de GNL como uno de sus cuatro pilares estratégicos, enfocado en el mediano y largo plazo, buscando transformar los recursos de Vaca Muerta en exportaciones competitivas.
4. El Proyecto Argentina LNG: Tres Fases de Desarrollo
El Proyecto Argentina LNG integra toda la cadena de valor: comienza con la producción de gas en Vaca Muerta, continúa con el transporte por gasoductos dedicados (desde Neuquén hasta Río Negro) y culmina con la licuefacción en terminales flotantes en la costa.
El desarrollo se organiza en tres subproyectos diferenciados:
Argentina LNG 1: Está a cargo de un consorcio liderado por Southern Energy (SESA), con socios como YPF, Pan American Energy (PAE), Pampa Energía, Harbour Energy y Golar. Contempla la operación de dos unidades flotantes de licuefacción (FLNG). El buque Hilli Episeyo comenzará a operar en 2027 con una capacidad de 2,45 millones de toneladas anuales (MTPA), y el buque MK II está proyectado para 2028 con 3,5 MTPA. En conjunto, sumarán 6 MTPA. Para su suministro, se construirá un gasoducto dedicado de 470 km desde Neuquén hasta San Antonio (Río Negro).
Argentina LNG 2: Incorporó a Shell como socio estratégico y está programado para 2029-2030. Proyecta alcanzar una capacidad combinada cercana a 10 MTPA, con una inversión estimada de entre 10.000 y 12.000 millones de dólares.
Argentina LNG 3: Avanza con la firma italiana ENI como socia, previendo alcanzar una capacidad proyectada de 12 MTPA.
5. La Ventaja Competitiva de la Sostenibilidad
La viabilidad del proyecto argentino depende de asegurar inversiones a largo plazo, adaptarse a las regulaciones climáticas emergentes y sostener la estabilidad política.
Una ventaja comparativa clave para Argentina radica en su capacidad para diseñar una cadena de valor de GNL integrada y centralizada. Esto es crucial en el contexto de la descarbonización, ya que facilita la trazabilidad de emisiones y el cumplimiento de estándares ambientales internacionales.
Mientras que el mayor exportador de GNL, Estados Unidos, enfrenta dificultades para medir y verificar eficazmente sus emisiones de metano debido a la fragmentación de su cadena de suministro (cientos de miles de pozos en diversas cuencas y múltiples actores), Argentina tiene la oportunidad de desarrollar un proyecto greenfield (nuevo) con pozos dedicados en una sola cuenca y gasoductos exclusivos. Esto le permitiría garantizar un estándar más alto de control de emisiones y cumplir con normativas estrictas, como el Reglamento del Metano de la Unión Europea, posicionándose como un proveedor confiable de GNL de bajas emisiones.
En conclusión, el Proyecto Argentina LNG representa una iniciativa estratégica con potencialidad para conciliar el desarrollo de la industria hidrocarburifera argentina con los objetivos de la transición energética global. El éxito dependerá de su capacidad para ofrecer un suministro confiable, precios competitivos y, sobre todo, garantizar la sostenibilidad ambiental de su gas frente a las crecientes exigencias del mercado internacional.